Laura Gutman: El mundo desde el punto de vista del niño
Es un artículo de la newsletter de Laura Gutman de Noviembre de 2009. Me ha removido tanto que quiero compartirlo con vosotr@s.
El mundo desde el punto de vista del niño
La
evolución desde la dependencia física y emocional absoluta hacia una
independencia relativa, es un tránsito muy prolongado….de casi veinte
años. El camino que tenemos por delante es enorme. Y eso, todos los
niños lo sabemos. También sabemos que necesitamos la asistencia de un
adulto para que medie entre el mundo y nosotros.
Por ejemplo, si
aún no tenemos capacidad para caminar, alguien nos tiene que prestar sus
piernas. Eso significa que esperamos estar siempre, siempre, siempre,
en brazos de alguien que camine. Y cuando logramos la marcha….que es
un éxito significativo, de todas maneras continuamos necesitando caminar
con las piernas de otro. Y mientras no contemos con el lenguaje verbal,
esperamos que alguien nombre nuestras sensaciones, nuestra hambre,
nuestro dolor de panza. Hasta que alguna vez nosotros mismos podamos
nombrar cada cosa.
Sin embargo, con frecuencia, no encontramos
piernas que caminen nuestro andar, ni brazos que nos otorguen
movimiento, ni palabras que canten nuestras canciones. Lo más grave no
es el desencanto, sino el peligro en el que efectivamente estamos.
Librados a los depredadores, lloramos con desesperación. Pero en lugar
de ser comprendidos, llamativamente, somos desestimados. Algo que
ninguna otra especie de mamíferos haría: desestimar el llamado de la
cría. En estos casos, cambiamos las estrategias del llamado: probamos
enfermando. Lamentablemente obtenemos respuestas sobre la enfermedad,
pero no en relación a nuestro ser interior. En ese punto, los niños ya
no sabemos cómo explicar que necesitamos desesperadamente la presencia y
la mediación de un adulto autónomo. También probamos adaptándonos.
Es decir, inventamos que no necesitamos eso que necesitamos. Que
hayamos sobrevivido disminuyendo las demandas, significa que hemos relegado a algún lugar sombrío las necesidades básicas que no han sido satisfechas. Pero éstas no desaparecen.
Sólo desaparecen para la conciencia. Cuando cumplimos tres años, ya
comprendemos fehacientemente que no podemos llorar como un bebé recién
nacido, a los seis años mucho menos. Aprendemos a pedir sólo aquello que
los adultos están dispuestos a escuchar. Así nos alejamos de nuestras
almas en pena. En ese mismo instante, hemos perdido para siempre la
sabiduría de la infancia.
Laura Gutman
Gracias por compartirlo, da que pensar.
Pues si, da mucho que pensar. Tu peque tiene mucha suerte.
Un besazo!
Me ha gustado mucho, gracias por compartirlo
Besitos
Gracias a ti por pasarte y comentar.
Un besazo, preciosa!
Uff desde luego da que pensar!!
Genial haberlo publicado!!
Besos guapa y feliz Jueves!
Es de esas cosas que te das cuenta mientras la vas leyendo.
Un besazo, guapetona!
Me ha gustado mucho leer lo que a veces olvidamos entre las prisas. Un beso
Si, a veces es bueno pararse y observar.
Un besazo!
Y no sólo eso, sino que quedan heridas abiertas que más adelante, en algún momento, saldrán por algún sitio. Y a lo mejor ya no siquiera sabemos de dónde vienen.
Gracias por compartirlo.
Totalmente de acuerdo contigo. Todo lo que podamos evitar ahora mejor.
Un besazo!
Es de esos textos que no pueden leerse sin que se te mueva algo por dentro. Me ha encantado.
Un besito.
Me alegro muchísimo, guapetona.
Un besazo!
Es importante recordar lo esencial. Gracias por compartirlo.
Un beso!
Si, es importante saber las cosas para obrar en consecuencia. Muchas de las barbaridades que se comenten parten de la ignorancia.
Un besazo!
Todas estas cosas tan sencillas y naturales y sin embargo, parece que a veces tan olvidadas en esta sociedad de hoy en día. ¡¡¡Gracias por compartirlo!!!.
Besotes!!!.
Las prisas son muy malas y nos terminan comiendo terreno. Afortunadamente, existen personas como Laura (y como tú) que nos lo recuerdan.
Un besazo!
Muchas gracias por compartirlo. Me ha gustado mucho.
Besitos
Me alegro muchísimo de que te haya gustado, preciosa.
Un besazo!
Ay que bien explica lo que yo pienso. Estamos deshumanizados 🙁
Pues si, muy deshumanizados. A ver si poco a poco cambiamos nosotros para poder cambiar el mundo.
Besos!